metal-creto v/s sensibilidad (1971 - 2006)

Ayer ocurrió algo triste…, que de alguna forma me afectó, será por la profesión, porque llevo dentro la intensidad que me hace sentir una construcción, todo lo que alberga en sus muros, estructura, revestimientos, ornamentación, no se es algo extraño para muchos, para mi algo normal….

Me trato de imaginar un sin número de hechos que pueden haber ocurrido ahí, yo por ejemplo fui a un seminario de construcción en los tiempos que Ricardo Lagos era Ministro de Obras Publicas, pero también recuerdo que al pasar diariamente por ahí a fin de año veía un desfile de alumnas del liceo que conmemoraban sus graduaciones, bien arregladas con ramos de flores que llagaban a cubrirles el rostro; emocionadas de estar conmemorando su titulación, para muchas un final de un camino de gran esfuerzo en las condiciones que se tiende a estudiar en el país, y mas encima….en “el Diego Portales”, no deja de ser….

Que marchas no vio el Diego Portales de mi escuela cuando doblábamos por Marcoleta en dirección al poniente, o encuentros previos a las elecciones presidenciales, finalizando candidaturas y todos los comensales, de partido que fueran, dejando esa tarde final de trabajo de candidatura, todas sus esperanzas en un ideal, que ojala cumplieran con lo prometido…, bueno eso da para otro tema…

Pase también por el frontis de este edificio haciendo el ridículo, disfrazada para las fiestas de iniciación de mi escuela, esperando poner las manos llenas de pintura cerca de la imagen de “San Guatita”, patrono de causas perdidas de la FAU, para luego seguir con los recordados y nunca infaltables JOTES…

También corrí, si..., con la tan bien ponderada maqueta, que al final la terminas de arreglar in situ, segundos antes de que cierren la sala para la corrección…
En fin, lo que quiero es darle una motivación a la gente para que cuiden su entorno construido. Personalmente no era de mi agrado estético el Diego Portales, pero era importante.

La historia de la Alameda de las Delicias nuevamente suma otro hecho que la marcará, sus cambios, metamorfosis de la urbe...

Los que no han podido recorrer mucho el barrio donde se alojaba el Diego Portales les puedo contar que es un barrio de sueños…, de caminatas en la calle Lastarria, el cine del biógrafo, los cafés turcos, hasta a veces vi mas de alguna bandera gay dando pie a la igualdad de las personas, estudiantes, música, talleres de arquitectura (como el mío), paseos en el Parque Forestal, el ciclo de cine de trasnoche de cinearte Alameda, rockeros en busca de sus instrumentos en la galería del Crowne Plaza, paseos del Santa Lucía y si caminas solo unos pasos más llegas al Museo de Bellas Artes, junto al museo de arte Contemporáneo.

El tema es darle un humilde homenaje arquitectónico al edificio Diego Portales, que de repente lo tratan de recuperar y edificarán una extraña nueva forma que “dialogue con el volumen anterior”. Bueno así crece y cambia la cita, hay que cuidarla chicos…y quererla, es nuestro entorno también, a pesar de muchos. Y ahora mi inquietud siguiente sería….¿dónde harán sus graduaciones las liceanas?
Adiós querido Diego Portales, nunca serás lo mismo….

Algo parecido me sucedió extrañamente con el Wordl Trade Center o Torres Gemelas, raro porque ni lo conocia fisicamente….que será???